19 de julio de 2010

Ricardo Alonzo estaba

Caminando hacia su trabajo, por las calles de Estados Unidos. Eran las 8 de la mañana y ya habia llegado a la cera de enfrente de su trabajo, cuando de repente se encontró a un amigo. Este le dijo.

-Che!, Ricardo, tanto tiempo!

-Hola Diego

-Como estas?, ¿Como esta tu familia en Venezuela?

-Llevo tiempo sin verlos, el trabajo me tiene hasta el cuello

-Sabes?, deberías pedir vacaciones

-Naah, mi jefe no me deja.

-Bueno, entonces, tomate un café conmigo.

-No, no puedo. Llegaré tarde al trabajo y mi jefe me puede despedir

-Si, pero son 15 minutos, estás al frente de tu trabajo. No se van a morir sin ti!

-No importa, mi trabajo es más importante

-Deberías aprovechar las cosas bellas de la vida, desde que me vine de Argentina, mi vida a mejorado y no estoy despedido por disfrutar las cosas bellas de la vida

-No importa, ¿Que puede pasar?

Ricardo subió a su oficina y se puso a trabajar de inmediato, recibio un regaño de su jefe por haber llegado 5 minutos tarde. Siguio escribiendo en su computadora, cuando de repente oyó un zumbido raro atrás de él, pensó que de seguro era una mosca, hasta que vió que todo el mundo comenzo a gritar y a correr. Volteó y vió que un avión de pasajeros iba directo hacia el. Segundo a segundo, vió como la vida se le iba de las manos.

Si talvez, se hubiera tomado un café con su amigo, ahora estuviera vivo

-Crónicas de las Torres Gemelas

Talvez sea un cuento corto, pero nos pone a pensar que las cosas insgnificantes de la vida, pueden salvarnos de la muerte.

Solo eso queria decir

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