31 de mayo de 2010

Nadie lo Escuchará



Las cosas que suceden en este mundo, me han hecho pensar que tal vez, la muerte no sea tan mala como parece, ya que según muchas religiones, si cumples sus reglas, te espera un lugar tranquilo, en el cual no se sufre, sería igual que una muerte común y corriente, solo que no veríamos, ni sentiríamos, básicamente, no podemos imaginar la muerte sin una posibilidad de resurrección ya que la muerte sin resurrección ya la conocemos, simplemente pensamos en cuando estamos durmiendo y el tiempo pasa en segundos, porque el cerebro se desactiva y con él, la percepción del tiempo y el espacio.

La vida se va en poemas que nadie leerá y apreciará, como ahora se encuentra mi corazón marchito y seco, como pasó con muchos artistas, entre los cuales he de mencionar a Stieg Larsson, que escribió tres libros y que no fue sino hasta después de muerto que esos tres libros llegaron a la fama y convertirse en Best-Sellers. Si, como decía en uno de mis poemas (entregado al amor de mi vida, el cual me rechazó rotundamente) “Ahora mis pies no quieren tocar el suelo”, una estrofa descaradamente robada de una canción de una banda británica de la cual soy fanático, si, es cierto, ya mis pies no lo quieren tocar, no quiero despertar de los sueños que con ella tuve, y que cuando despertaba, simplemente caía en una profunda depresión de la cual solo me salvaban mis mayores adicciones (La PC y la Coca-Cola) y que cuando estas depresiones pasaban, simplemente salía, con el firme propósito de hacer mi sueño realidad. Pero ahora me he puesto a pensar, que tal vez sea solo una ilusión efímera, que solo terminará haciéndome llorar y cayendo en depresión, que tal vez, ese par de poemas que a ella le di, solo fueron intentos fallidos y tal vez hasta estúpidos de gustarle, y yo me pregunto: ¿Dónde está Dios cuando más se le necesita?, cuando una madre de dos niños es asaltada en medio de la calle y ella accede a darle todo a sus asaltantes, pero aún así, la maldad existente en ellos hace que le disparen en alguna parte del cuerpo. Donde está cuando una persona es secuestrada. Donde, ¿Dónde está El, que supuestamente tanto nos ama y aún así deja que pasen estas cosas? Padres, curas y obispos, se dan a ellos mismos la autoridad divina de decirnos que hacer, como comportarnos, que es bueno, que es malo. Y le dicen a uno “Dios existe y te ama”, ahí es cuando me pregunto “¿Qué acaso no ven lo que me está pasando? ¿Cómo estoy sufriendo por un amor imposible, del cual a Dios rogué que me diera la fuerza y el valor para formar una relación juntos? De repente, señor lector, usted está pasando por lo mismo que yo y tal vez (ojalá) usted entienda por lo que paso en este instante. Y en este punto volvemos al principio de este poema sin rimas y escrito en forma de monografía o anotación. Quizás la muerte no es tan mala como parece y es la única salida de este mundo lleno de dolor y sufrimiento, pero por eso no me preocupo, ya sé lo que haré y como lo haré y estoy seguro de que…

Nadie lo escuchará...

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